El alumnado del Tercer Ciclo de Primaria ha acudido a Palencia a Teatro Ortega para ver una obra de teatro en inglés a cargo de Escenarios Educativos. La actividad estaba enmarcada dentro de las actividades planteadas en la PGA y ha corrido su organización por la maestra de Inglés, Stella, que se ha encargado de su organización y planificación de la misma.
Una vez más, actividades de esta índole hace que nuestro alumnado disfrute de experiencias que de otra manera no sería posible. Por lo tanto agradecemos que el profesorado se anime y no desista de la organización de este tipo de eventos.
Podéis ver la Galería de Fotos de eta actividad aquí.
Extintores co2 2 kg
Información sobre extintores y collarines intumescentes: Guía completa para la seguridad contra incendios.
En el ámbito de la protección contra incendios, cada detalle cuenta. Desde la elección de materiales de construcción hasta la instalación de dispositivos especializados, la prevención es un pilar fundamental para garantizar la seguridad de las personas y bienes.
Cuando hablamos de información sobre extintores, muchas veces pensamos únicamente en equipos visibles como hidrantes o alarmas, pero existen elementos menos conocidos que cumplen un rol esencial en la protección pasiva: los collarines intumescentes.
Estos dispositivos han demostrado ser uno de los sistemas más eficaces para sellar el paso del fuego a través de tuberías y conductos, complementando así la función del tradicional extintor de incendio que actúa en primera línea.
El collarin ignifugo, también conocido como collarín intumescente, es un elemento diseñado para proteger los pasos de tuberías en muros y forjados. Su función principal es bloquear la propagación del fuego y del humo cuando una tubería plástica o metálica queda expuesta a temperaturas extremas.
El material intumescente del collarín reacciona al calor expandiéndose de manera inmediata, colapsando el conducto y cerrando cualquier abertura que el fuego pueda aprovechar. Gracias a este mecanismo, se evita que las llamas atraviesen de una estancia a otra, lo que podría provocar la rápida propagación de un incendio dentro de una edificación.
El extintor de incendio es el equipo más conocido y utilizado en la lucha activa contra las llamas. Sin embargo, su efectividad se complementa con medidas de seguridad pasiva como los collarines ignífugos. Mientras el extintor se emplea para sofocar un fuego en sus primeras fases, los collarines trabajan de manera automática y constante, sin necesidad de intervención humana.
Este equilibrio entre protección activa y pasiva es lo que garantiza que un edificio esté preparado para contener y frenar el avance de un incendio. Una instalación que cuenta tanto con extintores correctamente ubicados como con sistemas intumescentes en las zonas críticas representa un entorno mucho más seguro para los ocupantes.
Responder a esta pregunta nos permite comprender mejor la versatilidad de estos dispositivos. Aunque se asocian principalmente con tuberías plásticas, también se utilizan en conductos metálicos para reforzar la estanqueidad en los puntos de paso.
Las tuberías plásticas son el objetivo principal de los collarines ignífugos. Al exponerse a temperaturas de entre 150 °C y 200 °C, materiales como el PVC o el polietileno comienzan a fundirse, dejando huecos por los que el fuego puede expandirse con facilidad.
Los tipos más comunes de tuberías que requieren protección mediante collarines son:
PVC (Policloruro de vinilo)
PE (Polietileno)
PP (Polipropileno)
ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno)
PB (Polibutileno)
PPR (Polipropileno Random)
Tuberías multicapa (PE-AL-PE o PEX-AL-PEX)
La instalación de collarines en este tipo de conducciones es una exigencia de las normativas de seguridad contra incendios en la mayoría de países, tanto en construcciones nuevas como en proyectos de rehabilitación.
Aunque el acero y el cobre resisten temperaturas mucho más altas que las plásticas, no son invulnerables. El principal riesgo en las tuberías metálicas se encuentra en los huecos de paso entre el tubo y la pared o forjado, por donde el fuego y el humo podrían filtrarse.
En estos casos, los collarines funcionan como un sellado adicional, garantizando la estanqueidad ante el fuego, gases y humos en los puntos críticos.
El uso de collarines intumescentes está regulado por normativas nacionales e internacionales que establecen los requisitos mínimos de instalación y certificación. Estas normas exigen que cada paso de tubería que atraviese un elemento compartimentador del edificio cuente con una solución homologada para mantener la resistencia al fuego de la estructura.
Un collarín correctamente instalado garantiza:
El sellado inmediato en caso de incendio.
La resistencia certificada durante el tiempo exigido por la normativa (30, 60, 90 o 120 minutos).
La protección pasiva que complementa a los sistemas activos como rociadores automáticos o extintores.
Un collarín ignífugo mal colocado es equivalente a no tener protección. Por eso, la instalación debe realizarse por empresas especializadas en ignifugaciones que conozcan los detalles técnicos, normativos y de seguridad.
Los profesionales analizan cada proyecto para:
Identificar los puntos críticos de riesgo.
Seleccionar el tipo de collarín adecuado según la tubería.
Garantizar un sellado completo y certificado.
Cumplir estrictamente con las normativas vigentes.
Dejar este proceso en manos inexpertas puede suponer un riesgo grave para la seguridad de los ocupantes del edificio y comprometer la integridad de toda la construcción.
La seguridad contra incendios no se limita a disponer de un extintor de incendio en la entrada de cada planta o confiar únicamente en una alarma. El verdadero enfoque debe ser integral, combinando:
Extintores portátiles para una intervención inmediata.
Collarines intumescentes en todos los pasos de tuberías.
Puertas cortafuego y sistemas de compartimentación.
Mantenimientos periódicos y revisiones técnicas.
Solo con una estrategia completa se puede asegurar que un incendio no se convierta en una catástrofe.
Los collarines ignífugos no son simples accesorios técnicos, sino auténticos guardianes silenciosos de la seguridad estructural. Su capacidad de expandirse y sellar los huecos en cuestión de segundos los convierte en un aliado indispensable frente al fuego.
En combinación con la instalación correcta de extintores de incendio, se logra un sistema de protección integral capaz de frenar el avance de las llamas, ganar tiempo para evacuar y, en definitiva, salvar vidas y bienes.
La prevención es responsabilidad de todos, y la clave está en diseñar, instalar y mantener edificios preparados para resistir las peores amenazas.